lunes, 4 de febrero de 2013

Entrevistamos a RecombiNa

RecombiNa es una empresa de reciente constitución, creada por un equipo de científicos y orientada a dar servicios de ingeniería genética. Cristina Latasa, gerente de la nueva organización, nos cuenta cómo se ha originado la empresa y cuales son los objetivos de la organización.

Recientemente acabáis de constituir una empresa dedicada a la ingeniería genética ¿en qué consiste vuestro negocio?
RecombiNa oferta servicios de ingeniería genética a aquellos laboratorios de investigación que no tienen el dominio técnico de esta disciplina o simplemente se deciden por la subcontrata como estrategia para dinamizar su labor investigadora. 

Además, RecombiNA se plantea como un partner tecnológico para el desarrollo de nuevos productos biotecnológicos basados en bacterias recombinantes. Estos microorganismos pueden tener infinidad de aplicaciones y dar lugar a muchas soluciones biotecnológicas para la producción de fármacos biológicos, vacunas, probióticos, biofertilizantes e incluso compuestos de interés cosmético.

Un montón de investigadores metidos en un laboratorio… ¿cómo surge la idea de montar una empresa?
La idea surge porque a lo largo de estos últimos años hemos sido testigos de tendencias biotecnológicas como la revolución de las técnicas de secuenciación del ADN, la medicina personalizada o el desarrollo de nuevas herramientas genéticas que nos permiten modificar los sistemas biológicos para añadir propiedades beneficiosas.  Creemos que todos estos factores pueden traducirse en oportunidades de negocio.

Somos conscientes de que la ingeniería genética está confinada en los laboratorios de investigación y a RecombiNA le gustaría acercar su know-how al mercado real. Como científicos, queremos generar valor en el país que nos ha formado y nos ha apoyado en nuestras carreras.

¿Habéis encontrado dificultades para montarla?
Jajaja….Muchas!!!. No es nada fácil elaborar un plan de empresa que refleje las necesidades de un mercado real y que llegue a monetizar tu idea de negocio. Nosotros somos científicos y no estamos familiarizados con el ámbito empresarial, no teníamos ni idea de cómo funcionan los mercados, los modelos de negocio, los planes financieros… Para todo esto ha sido clave el apoyo de la técnico de Cein que nos ha ayudado en todo momento y nos ha formado con paciencia e ilusión.  
 
Y qué duda cabe que el momento económico tampoco ayuda… pero para nosotros la crisis de verdad , lo que supondría una tragedia , sería perder las ganas de luchar para superarla y seguir hacia delante.

¿Os dirigís a algún mercado concreto? ¿Qué servicios ofrecéis?
Los servicios de ingeniería genética están dirigidos a los grupos de investigación básica. Estos servicios están relacionados con el control y estudio de la expresión de los genes para conocer su función, la optimización de los sistemas de expresión para que las biofactorías de proteínas recombinantes sean lo más eficientes posible o la ingenierización de proteínas a las que se les introducen cambios o etiquetas para que sean reconocidas por anticuerpos comerciales y de esta manera sean fácilmente localizables. 

En cuanto a la construcción de bacterias recombinantes a la carta, el potencial de mercado radica en la versatilidad de aplicaciones. Así, RecombiNA se dirige tanto al sector farmacéutico como agropecuario e incluso cosmético.

Sois conscientes de que la ingeniería genética es un tema tabú para muchas personas, que reaccionan negativamente cuando escuchan términos como clonación, transgénicos… ¿qué les diríais? ¿Supone una amenaza o una oportunidad?
La ingeniería genética no ha sido creada por el hombre; los procesos en los que se basa esta disciplina (recombinación, transducción, conjugación…etc) existen en la naturaleza y son la base de la evolución. Nosotros los científicos podemos imitar a la naturaleza y dirigir estos procesos para conseguir organismos con propiedades beneficiosas. 
 
La ingeniería genética salva muchísimas vidas y la revolución biotecnológica no ha hecho más que empezar. El 50% de la insulina que permite a los diabéticos llevar una vida normal es de origen recombinante; muchos antibióticos como los derivados de la cefalosporina C o algunas penicilinas que permiten tratar infecciones mortales, son también producto de bacterias a las que se introducen genes de rutas metabólicas exógenas.

Se ha conseguido que una planta suplemente el déficit nutricional de vitamina A que existe en los países en vías de desarrollo… Por supuesto el consumidor tiene derecho a saber y a elegir si desea o no consumir un producto de origen recombinante,  pero hay que hacer llegar a ese consumidor la idea de que las oportunidades y los beneficios superan con creces los riesgos, si es que existen. Es probable que los científicos tengamos parte de culpa, y no hayamos sabido acercarnos lo suficiente a una población que se niega a comer tomates “con genes”. La mayoría de las veces sólo se habla de transgénicos pero nunca del porque de los trangénicos.

¿Puede la ingeniería genética contribuir de alguna manera desarrollo sostenible?
En un mundo donde la población crece más rápidamente que los recursos, la ingeniería genética puede aportar soluciones para llegar a sistemas de producción más eficaces, económicos y ecológicos.

Hemos visto recientemente que la Unión Europea va a emitir una prohibición para el cultivo de transgénicos, ¿a vuestro juicio es un paso hacia delante o hacia atrás?
Parece que en Europa tenemos la batalla perdida… pero plataformas biotecnológicas como Europabio ya se están movilizando para que las autoridades reconsideren estas políticas anti-transgénicos, que sólo van a contribuir a que aumenten las importaciones de EEUU y limitar nuestro desarrollo.  Hay un documento llamado “Science not Fiction”  que es buenísimo…

Recién montada la empresa ahora estáis en una fase de desarrollo y búsqueda de inversores… ¿qué ofrecéis a un inversor para que entre en vuestro negocio?
Creemos en nuestro proyecto y estamos convencidos de que tiene un gran potencial y puede generar beneficios. Además, juntos podemos poner un granito de arena para ayudar a la innovación, que va a ser la clave para dar la vuelta a la situación económica que sufre hoy nuestro país.